Juego De Azar: capitulo 11

Se que este blog trata de rock y moda... pero me he sentido deprimida ultimamente y que mejor remedio para la depresión que escribir, esta es una historia inspirada en sentimientos, ojala te agrade y por favor comenta. Derechos de autor están reservados.
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CAPITULO 11: REENCUENTRO CON EL PASADO

Cada día era único, con Roberto, siempre había un nuevo detalle, un nuevo gesto, una palabra cariñosa. Como cada domingo, aprovechamos para salir a caminar y pasar el día juntos.
Caminábamos un día de aquellos por el parque central de la ciudad, él me llevaba del brazo mientras que yo ponía mi cabeza en su hombro, tal cual adolescentes. Me sentía volar a su lado, y la felicidad llenaba mi pecho enormemente.
Era una tarde fría, pero estábamos abrigados, estábamos sentados mirando las palomas en el parque.
- Todo es tan perfecto – le dije a Roberto susurrándole en el oído
- Siempre es perfecto cuando estás a mi lado - me respondió de la misma forma. Un beso largo y placentero acompañó el dialogo.
- Te amo - me dijo Roberto en un susurro indiscreto, mientras que su aliento calentaba mi cuello.
- Te amo mucho más – le dije mirándolo a los ojos.
De pronto sentimos que alguien nos observaba, volteamos y vimos detrás de nosotros a Omar, mi ex novio, el chico que me engañó y embarazo a mi mejor amiga. Lo miramos sin mostrar mucho interés, pero no pudimos pasar por desapercibida su acompañante. Roberto me cogió la mano, y yo me sentía aliviada de estar con él. Me había librado de una cruz, de un martirio enorme al dejarlo ir con otra en ese entonces. Esta vez, el andaba con una prostituta, mientras que se podía oler su ebriedad a leguas.
- ¿Te imaginas tu vida con él? – me preguntó Roberto
- Jamás me imagine pasando la vida con él. – le respondí- él era sólo un novio pasajero, y nunca sucedió nada serio entre nosotros.
- Eso lo sé, me lo habías contado antes. Solo pregunto, nada más
- Y tú nunca dices nada con respecto a Andrea ¿no?
- Ya te dije que no deseo mencionarla.
- A mí tampoco me gusta recordar el pasado, y me incomoda tanto como a ti
- Lo siento preciosa
- Te entiendo Rob.
Ese día supe y entendí que a veces lo que nos parece algo malo o triste al principio, puede ser el comienzo para una nueva oportunidad. Siempre me había lamentado, y me sentía miserable pensando en el incidente con Omar, pensé que nadie podía quererme, en general relacionada todo con mi destino lleno de lamentos. Pero Dios tenía preparado para mí alguien mucho mejor que él.
Ahora estoy más que segura que Roberto es el indicado, y el único. Completamente segura.
Roberto me llevaba de regreso a casa.
- ¿te gustó la salida de hoy? – preguntó
- Me encantó – le respondí
- Tengo ganas de ir a comer algo antes de llegar a tu casa
- Yo tengo una mejor idea
- ¿así? ¿cuál es?
- Pasar por el supermercado, comprar algunos ingredientes para preparar pizza en casa
- Me parece excelente, pizza preparada por mi niña
- Pero tú me ayudarás
- Está bien, colega, te ayudaré. Además necesito clases de cocina supongo, para cuando nos casemos.
- Tú cocinarás, que consté.
- Graciosita – me dijo soltando una risita
Fuimos al supermercado y compramos tomates, queso, jamón y otros ingredientes que necesitaríamos para cocinar. Regresamos a casa, y tocamos el timbre, mi madre nos abrió la puerta.
- Creo que estuvieron como seis horas fuera, hoy – nos dijo mi madre.
- Buenas noches mamá.
- Buenas noches Señora, discúlpenos la tardanza, pero antes de venir, quisimos comprar algunas cosas para preparar en la cocina. – le dijo Roberto a mi madre en un tono muy convincente.
- Está bien chicos, no estoy enojada, solo les recordaba el tiempo que estuvieron fuera. No hay Porqué temer – dijo mi madre sonriendo
- Muchas gracias – dijo Roberto Sonriéndole.
Nos metimos en cocina, y comenzamos a preparar la cena. Me divertí mucho con Roberto, tuve que enseñarle todo desde el principio, como preparar la salsa de tomates, rayar el queso, etc; pero valió la pena en lo absoluto.
Nos sentamos en el comedor y servimos la pizza.
- Esto es por obra y gracia del Chef Roberto – dijo Roberto aludiéndose a él mismo, solo por hacerme reír
- Perdón Chef Roberto, pero creo que tiene que reconocer el trabajo de su maestra con más humildad
- Por supuesto que sí, tengo a la mejor y más linda maestra de todo la ciudad.
- Bueno, era de suponer
- Esta exquisito, Jaz. Estás lista y preparada para casarte conmigo
- Gracias, Rob. Solo que a ti si te falta un poquito
- ¿qué dices? Por favor tienes a un excelente economista a tu lado, fiel, amoroso.
- Era una broma mi amor, solo bromeaba
- Lo sé.

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